sábado, 3 de noviembre de 2012

Berlín Este (1989, noviembre 10) (EFE) Avalancha de berlineses del Este festejan eufóricos caída del muro. El 2001, pág. 2

     Análisis

     Por primera vez luego de 28 años, los berlineses del este vuelven a recuperar algo tan preciado para el ser humano, como es la libertad. Después de tanto tiempo, por fin ya podían transitar hacia el otro lado del muro sin ningún problema. Un mundo que durante muchos años fue un misterio para los alemanes orientales, ya no era así; éstos podían conocer de nuevo a la Alemania Occidental y a Europa, llena de aperturas, avances, bienes y grandes potenciales que nunca habrían encontrado en el este. Eufóricos no sería la máxima expresión para lo que estos sentían, pues era tanta la emoción, que era indescriptible. Lo único que se necesitaba para viajar era un documento de identidad, ya no eran necesarios tantos papales. Los soldados también se sumaron a este cambio, prestando un servicio muy amable y condicional, es decir, todo lo contrario a como eran antes. Aquí ya se veía la cara de una nueva Alemania unificada.

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